Percepción social

Ilustración de algunas de las investigaciones clásicas relacionadas con la percepción social. Desde los trabajos pioneros de Bruner y Goodman, interpretados por Tajfel en términos de "acentuación", hasta los trabajos (también de Tajfel) relacionados con la "categorización" y la "categorización social".

#El “New Look”

En 1947, Gerome Bruner y Cecile Goodman plantean la hipótesis de que la percepción es un proceso activo en el que se produce una transformación de los estímulos percibidos. En concreto, afirman que:

  1. Los objetos que tienen asociado un valor serán sobrevalorados en comparación con objetos idénticos pero que no tienen asociado un valor.
  2. Esta sobreevaluación será mayor cuanto mayor sea el valor del objeto o cuanto mayor sea la necesidad individual del objeto valorado.

Para comprobar la hipótesis, diseñan una investigación en la que 30 niños de 10 años tienen que realizar una estimación del tamaño de monedas (objeto valorado) o discos de cartón. La estimación la realizan proyectando un haz de luz y ajustando su diámetro al tamaño que creen que tienen las monedas de 1, 5, 10, 25 y 50 centavos que han visto previamente.

Si la hipótesis es correcta, debería producirse una sobreestimación del tamaño de las monedas (se percibirán más grandes cuanto mayor sea su valor) pero no una sobreestimación de los discos de cartón.

Diseño

Los treinta niños eran divididos en dos grupos, el experimental (20 niños) y el control (30 niños).

A los del grupo experimental se les pedía, en primer lugar, que estimaran, recorándolas, el tamaño de las monedas (condición monedas ausentes). Una vez realizadas varias series de evaluación tenían que repetir la tarea estando presentes las monedas (condición monedas presentes). Se les presentaba cada una de las monedas por separado.

Por su parte, los niños del grupo control tenían que realizar una tarea similar, pero estimando no el tamaño de monedas, sino de discos de cartón de tamaño idéntico al de las monedas. Evidentemente, este grupo sólo era sometido a una condición, con los discos de cartón presentes.

Resultados

En la condición monedas ausentes, las monedas se evalúan como mayores de lo que realmente son. La sobreestimación es mayor en el caso de las monedas más grandes: mientras que la moneda de un centavo se percibe un 7.2% más grande, la sobreestimación de la de 50 centavos es de un 35.8%.

Cuando los participantes pueden ver las monedas, la hipótesis se cumple sólo parcialmente. Sigue produciéndose una sobreestimación del tamaño de las monedas, pero la moneda de mayor valor, con una sobreestimación del 29.6% no es la que experimenta un mayor incremento (percentual), que corresponde al de la moneda de 25 centavos con un 37%.

Finalmente, cuando se realiza la evaluación de discos de cartón de igual tamaño que las monedas, no sólo no se produce una sobreestimación del tamaño, sino que incluso la mayor parte de los discos son evaluados como menores de lo que son en realidad.

En el siguiente gráfico podemos observar cómo la sobreevaluación se da principalmente en la condición mondedas presentes

Estimación del tamaño de monedas y discos de cartón

Monedas 1c 5c 10c 25c 50c
Moneda ausente 7,2 19,6 11,6 32,8 35,8
Moneda presente 16,5 23,9 29,1 37 29,6
Círculos cartón -5,4 -0,9 -1,5 1,8 -0,8

##”Necesidad”

Como hemos visto, se confirman las dos hipótesis planteadas, puesto que se sobreestima el tamaño de las monedas en relación con los discos de cartón y esta sobreestimación es mayor cuanto mayor es el tamaño de las monedas.

La segunda hipótesis afirmaba, además, que la sobreevaluación sería mayor a mayor necesidad individual del objeto valorado.

Para comprobar esta segunda afirmación Bruner y Goodman analizan los datos del grupo experimental (percepción de monedas) diferenciando los resultados obtenidos por los niños en función de su estatus socioeconómico (condiciones “niños ricos” y “niños pobres”).

Si la hipótesis es correcta, debería producirse una mayor sobreestimación por parte de los “niños pobres”.

En la condición “niños ricos” con monedas presentes, se sigue produciendo una sobreestimación del tamaño de las monedas, pero de menor intensidad que la observada con anterioridad.

Por su parte, los “niños pobres” en la condición monedas presentes muestran que la sobreestimación que realizan es mayor que la de los “niños ricos” en la misma condición. Estos resultados van en línea con la hipótesis.

Resultados similares nos encontramos en la condición de monedas ausentes, tanto para los “niños ricos” como para los “niños pobres”.

A continucación podemos ver una comparación de las estimaciones realizadas por ambos tipos de niños en la condición monedas presentes y en la condición monedas ausentes.

En la siguiente tabla podemos ver los resultados obtenidos en las diferentes condiciones. Los datos representan el porcentaje de desviación entre el tamaño percibido y el tamaño real del estímulo.

Monedas 1c 5c 10c 25c 50c
Moneda ausente 7,2 19,6 11,6 32,8 35,8
Moneda presente 16,5 23,9 29,1 37 29,6
Círculos cartón -5,4 -0,9 -1,5 1,8 -0,8
Ricos: Moneda presente 10,3 20,4 16,3 22,4 17,4
Ricos: Moneda ausente 2,6 19,8 7,8 28,3 34,7
Pobres: Moneda presente 22,7 27,3 41,8 51,6 42,7
Pobres: Moneda ausente 11,8 19,4 15,4 37,3 36,9

Teoría de la Acentuación

Tras la investigación de Bruner y Godman, otras investigaciones similares encontraron tanto resultados confirmatorios como contradictorios.

Por su parte, Henry Tajfel sugirió una forma diferente de mirar los resultados. Para él, además de las diferencias entre los estímulos con valor (monedas) y los estímulos sin valor (discos de cartón), se producen, al mismo tiempo, difetencias entre los estímulos de un mismo tipo (entre las monedas y entre los discos de cartón).

Tajfel plantea analizar no sólo las diferencias entre series, sino también las diferencias intraseriales.

Se puede hacer una predicción de que en las series ‘relevantes’, en las que el valor varía al mismo tiempo que es objeto de investigación, las diferencias entre estímulos se percibirán como mayores que las diferencias objetivamente equivalentes entre los estímulos de una serie neutra en la que no existe relación entre valor y magnitud.
Tajfel, 1981, p. 87

A continución podemos ver, con los mismos datos de Bruner y Goodman, las diferencias reales y percibidas entre los diferentes estímuos adyacentes en cada serie. Es decir, en el caso de las monedas, las diferencias entre la de 1 y 5 centavos, entre la de 5 y 10, etc.

Condición 1-5 5-10 10-25 25-50
Diferencias reales 2.2 -3.3 6.4 5.7
Monedas presentes 4.1 -3.2 10.2 5.6
Monedas ausentes 5.0 -5.4 12.3 8.5
Discos cartón 3.0 -3.4 7.1 5.0

Como podemos ver, efectivamente las diferencias percibidas entre pares de estímulos, es mayor en el caso de las monedas que en el caso de los discos de cartón.

El efecto se aprecia con mayor nitidez si observamos las diferencias entre los estímulos del extremo de las series (monedas de 1 y 50 centavos y sus equivalentes en los discos de cartón)

Condición 1-50 1-50
Diferencias reales 11.0 57.9
Monedas presentes 16.7 75.6
Monedas ausentes 20.4 100.0
Discos de cartón 11.8 65.6
  mm. %

Para comprobar su hipótesis, Tajfel, junto a Cawasjee diseñó una investigación en la que volvieron a utilizar como estímulos con valor asociado, pero en la que los estímulos control, sin valor asociado, no eran discos de cartón, sino igualmente monedas, aunque desconocidas para los participantes de la investigación (monedas antiguas, no de curso legal), lo que se supone que hará que no se les asocie valor.

Al igual que en la investigación de Bruner y Goodman, se produce una sobreestimación del tamaño de las monedas conocidas en relación a la estimación del tamaño de las monedas desconodicas. La moneda de mayor tamaño y mayor valor es la que experimenta un mayor incremento.

En el caso de las monedas control, también se produce un incremento en cuanto al tamaño percibido, pero inferior al que se produce en las monedas del grupo experimental.

Estos resultados permiten a Tajfel formular los siguientes enunciados de la “Teoría de la acentuación”

  1. Cuando en una serie de estímulos una dimensión de valor (v) correlaciona con una variación en una dimensión física (p), las diferencias que se juzga que existen entre los elementos de la serie en esa dimensión física, serán mayores que en una serie que es idéntica en cuanto a la magnitud física de los estímulos pero en los que estos no peseen un atributo de valor.
  2. Cuando existen diferencias de valor en una serie de estímulos, pero sin que aquellas correlaciones en modo alguno con la variación en la dimensión física, las diferencias de valor no afectarán a los juicios sobre las relaciones entre las magnitudes físicas de la serie. (Tajfel, 1981, p. 102)

Categorización

La acentuación de las diferencias entre los objetos (valorados) que forman parte de una misma serie, es sólo una de las posibilidades que pueden darse en el proceso de percepción.

En las investigaciones con monedas están entrando en juego dos dimensiones, una dimensión focal, representada por el atributo evaluado (el diámetro en el caso de las moneda), y una dimensión periférica, es decir, las dimensiones y contexto en que se realiza el juicio, que en este caso sería el valor económico de las monedas.

En el caso de las monedas, la relación entre estas dos dimensiones es de “uno a uno”, puesto que a mayor tamaño, mayor valor (con la expeción de la moneda de 10 centavos).

Por lo tanto, no se puede realizar una clasificación o agrupación de los estímulos (monedas) sobre la dimensión periférica en función de los valores de la dimensión focal. Hablando claro, no podemos clasificar las monedas en función de su valor.

Pero también podría ocurrir que una dimensión periférica, fuera del tipo que fuera, dividiera la dimensión focal en varias partes, produciéndose una clasificación de la misma.

Por ejemplo, si consideramos la forma de una figura como su dimensión focal y el color su dimensión periférica, podríamos clasificar un conjunto de cuadrados como los de la figura siguiente en función de su color: tenemos dos grupos o categorías, los “cuadrados azules” y los “cuadrados verdes”.

Pero en este caso sólo se produce una variación en una de las dimensiones, el color, mientras que la otra (forma) permanece inalterable, ya que todas las figuras son cuadrados del mismo tamaño.

¿Qué ocurriría si la dimensión focal presentara variaciones contínuas como las monedas y al mismo tiempo se clasificara de alguna forma?

Tajfel contesta a esta pregunta formulando dos nuevos postulados de su Teoría de la acentuación

  1. Cuando una clasificación en función de un atributo distinto de la dimensión física que se está juzgando se superpone a una serie de estímuulos de tal modo que una parte de los estímulos tiende a entrar de forma coherente en una clase, y la otra en la otra clase, los juicios acerca de las magnitudes físicas de los estímulos que entran en las distintas clases mostrarán, en comparación con una serie idéntica en cuanto a la dimensión física pero a la que no se superpone la clasificación, un desplazamiento en las direcciones determinadas por la clase a la que pertenecen los estímulos.
  2. Cuando a una serie de estímulos se superpone una clasificación en función de un atributo distinto de la dimensión física que se está juzgando, y los cambios en la dimensión física no guardan urna elación coherente con la asignación de los estímulos a las distintas clases, esta clasificación no afectará a las relaciones que se juzga que existen en la dimensión física entre los estímulos de la serie. (Tajfel, 1981, p. 102).

Tajfel, junto a Wilkes, comprueba experimentalmente estas hipótesis en lo que, con el tiempo, se ha convertido en una de las investigaciones clásicas de la Psicología social.

La tarea de los participantes consiste en juzgar la longitud de una serie de ocho líneas que se les presentan (dibujadas en diagonal) sobre una cartulina.

La longitud de las líneas va desde 16.2cm. la más corta, hasta 22.8cm. la más larga, con incrementos de un 5% entre cada una de ellas.

En una de las condiciones experimentales, cada una de las líneas se presentaba junto a una etiqueta (A o B) de tal forma que las cuatro líneas más cortas estaban asociadas a la letra “A” y las cuatro más largas estaban asociadas a la letra “B”.

En otra de las condiciones experimentales, se presentaba igualmente cada una de las líneas junto a una etiqueta (A o B), pero en esta ocasión sin que existiera ninguna entre la longitud de las líneas y la asignación de la letra “A” o de la letra “B”. Es decir, en este caso no se produciía ninguna agrupación puesto que la asignación de la letra era al azar.

Finalmente, en otra condición, se presentaban las líneas sin asociarlas con ninguna letra.

Si las hipótesis son correctas, en la condición de “clasificación” (y sólo en ella), debería observarse un aumento (acentuación) de las similitudes dentro de las clases (grupos) y un aumento de las diferencias entre las clases o categorías definidos por las letras A y B.

El análisis de resultados muestra que, tal y como se predecía, la diferencia entre las clases, es decir, entra las líneas 4 y 5, es mayor en la condición clasificada que en el resto de condiciones.

Condición 1 2 3 4 5 6 7 8
Tamaño real 16.2 17.0 17.9 18.8 19.7 20.7 21.7 22.8
Líneas clasificadas 16.0 17.3 18.1 19.3 21.1 22.3 23.6 25.3
Líneas no clasificadas 16.4 17.3 18.2 19.3 20.3 21.5 22.6 24.2

Table: Longitud real y percibida (centímetros) de los estímulos

Como podemos ver en esta otra tabla, la diferencia real entre las línea 4 y 5, que marcan la frontera entre las clases, es pŕacticamente idéntica a cómo son percibidas esas líneas en la condición “no clasificada”. Esa percepción es muy diferente en la condición “líneas clasificadas”.

Condición 1-2 2-3 3-4 4-5 5-6 6-7 7-8
Tamaño real 0.8 0.9 0.9 0.9 1.0 1.0 1.1
Líneas clasificadas 1.3 0.8 1.2 1.8 1.2 1.3 1.7
Líneas no clasificadas 0.9 0.9 1.1 1.0 1.2 1.1 22.6

Aunque los resultados permiten afirmar a Tajfel que efectivamente se cumple la predicción de incremento de diferencias entre los estímulos pertenecientes a diferentes clases, no se cumple la segunda parte de la predicción, puesto que no se observa un aumento de la similitud entre los estímulos de la misma clase.

Categorización social

Una diferencia importante entre la hipótesis planteada en la investigación de Bruner y Goodman y la de Tajfel y Wilkes, es que mientras los primeros autores (y también el postulado 1 y el postulado 2 de Tajfel) introducen como variable fundamental el “valor” asociado a los objetos (monedas), los postulados 3 y 4 de Tajfel hablan de categorización pero sin hacer referencia alguna a “valores” relacionados con las categortías.

Esa inclusión la realiza Tajfel planteando los efectos de la categorización de una serie de estímulos junto a la presencia de valores asociados con la dimensión focal y/o la dimensión periférica.

Una de las posibles combinaciones sería el caso de una serie de estímulos que varían en una dimensión física, relacionada con una dimensión de valor, y sobre los que se impone una clasificación. Es decir, podríamos plantear la posibilidad de una situación coma la de las investigaciones con monedas pero en la que, además, pudiéramos utilizar algún criterio de clasificación de dichas monedas.

Esta situación, monedas más clasificación, difícilmente podríamos plantearla con los estímulos utilizados por Bruner y Goodman, puesto que difícilmente podríamos utilizar ningún criterio de clasificación de las monedas.

Es lo mismo que ocurriría con el antiguo sistema monetario españo, puesto que aunque existe una correlación perfecta entre diámetro y valor, la variazión en forma o color no permite realizar ninguna clasificación de forma que las moneda pequeñas entren en una categoría y las grandes en otra.

Antiguo sistema monetario español

Sin embargo, si utilizamos las monedas de euro, podemos observar claramente que se cumple el criterio de clasificación relacionada de forma coherente con la dimensión tamaño (diámetro), puesto que las monedas más pequeñas y de menor valor (1, 2, y 5 céntimos) se diferencian en color del resto de monedas, y las monedas medianas (10, 20 y 50 céntimos) se diferencian también con el resto. Por lo tanto, podríamos afirmar que existen tres grupos (categorías) de monedas, las de pequeño valor, las de mediano valor, y las de mayor valor. Cada uno de estos grupos se diferencia de los otros en cuanto al color u otras características.

Monedas de euro

Tenemos por lo tanto:

  • Estímulos que varían sobre una dimensión física.
  • Correlación entre la dimensión física y la dimensión de valor.
  • Posibilidad de clasificar los estímulos.

Pero de nuevo, la forma de realizar la clasificación en este ejemplo, no implica una valoración, es decir, el criterio utilizado para clasificar las monedas (color) no lleva asociada ninguna valoración o connotación valorativa.

Los últimos postulados de Tajfel hacen referencia a esa situación, en la que el criterio de clasificación lleva asociado algún tipo de valoración.

  1. Cuando una clasificación en función de un atributo distinto de la dimensión física que se está juzgando, se superpone a una serie de estímulos, de tal modo que una parte tiende a entrar de una forma coherente en una clase, y la otra en la otra clase, y esta clasificación posee un valor inherente, o una relevancia emocional para la persona, los juicios acerca de las magnitudes físicas de los estímulos que entran en clases distintas mostrarán, en comparación con los juicios de una serie idéntica en cuanto a la dimensión física pero a la que no se superpone la clasificación, un desplazamiento en las direcciones determinadas por la clase a la que pertenecen los estímuulos. El desplazamiento será más pronunciado que en el postulado 3.
  2. Cuando una clasificación en función de un atributo distinto de la dimensión física que se está juzgando, se superpone a una serie de estímulos, si dicha clasificación posee un valor inherente o relevancia emocional para la persona, pero los cambios en la dimensión física no guardan una relación con la asignación de los estímulos a las distintas clases, la clasificación no afectará a los juicios sobre las relaciones en la dimensión física entre los estímulos pertenecientes a distintas clases.

Para la comprobación experimental de estas hipótesis, Tajfel, Sheikh y Gardner (1964) plantean una investigación en la que la categorización se realiza en función de la pertenencia grupal de las persona. Es decir, plantean que, de la misma forma que podemos agrupar los estímulos físicos según determinados criterios, podemos igualmente categorizar a las personas en función de los grupos sociales a los que pertenecen. En el caso de la categorización de las personas, además, los criterios utilizados suelen ser criterios que llevan asociado un valor (nacionalidad, etnia, género…).

Estamos pasando, por lo tanto, de una categorización “simple” de estímulos físicos, a una categorización social, que Tajfel relaciona con los estereotipos, planteando que, en el caso de la categorización social, el efecto de la acentuación de las similitudes intracategoriales se producirá sólo en aquellos atributos relacionados con el estereotipo que define al grupo juzgado.

Los participantes en esta investigación eran 25 estudiantes canadienses que tenían que evaluar a unas personas (sobre una escala tipo diferencial semántico) a las que habían visto entrevistar previamente. Una de esas personas era canadienses y la otra hindú.

Una semana más tarde, esos mismos estudiantes tenían que evaluar (utilizando de nuevo un diferencial semántico) los conceptos “gente de la India y canadienses”.

Puesto que la hipótesis planteada hace referencia a una acentuación de las similitudes intracategoriales únicamente sobre los rasgos asociados con el estereotipo grupal, el análisis de los resultados se realizó sobre los adjetivos del diferencial semántico que, según otra investigación, caracterizaban a cada uno de los grupos.

Utilizados más frecuentemente Utilizados menos frecuentemente
Conservador Modesto
Sociable Imaginativo
Amistoso Romántico
Pacífico Artístico
Flexible Religioso
Optimista Espiritualista
Seguidor Sutil

Adjetivos utilizados como descriptivos de las personas canadienses

Utilizados más frecuentemente Utilizados menos frecuentemente
Espiritualista Imaginativo
Religioso Idealista
Centrado en la familia Pulcro
Sumiso Flexible
Relajado Optimista
Pacífico Seguro de sí mismo
Artístico Hablador
Seguidor Que alaba
Modesto Sociable

Adjetivos utilizados como descriptivos de las personas hindúes

La hipótesis se confirma puesto que:

Tanto los entrevistados hindúes como los canadienses fueron juzgados como más semejantes al otro entrevistado del mismo grupo étnico en los rasgos en los rasgos incluidos en el estereotipo que en los no incluidos en él. Esto es, se demostró una minimización de las diferencias entre los miembros de un grupo étnico en los rasgos que caracterizan subjetivamente al grupo. Este efecto fue más fuerte en relación a los hindués que a los canadienses. Estos resultados eran de esperar, ya que es mucho más probalbe que los sujetos sean sensibles a las diferencias individuales cuando juzgan a miembros de su propio grupo que cuando juzgan a miembros del exogrupo. (Tajfel, 1981, p. 148).

#Referencias

Bruner, Jerome S. y Goodman, Cecile, C. (1947).  Value and Need as Organizing Factors in Perception. Journal of Abnormal and Social Psychology, 42(1), 33-34. http://dx.doi.org/10.1037/h0058484

Deschamps, J.-C. (1980). La diferenciación categorial. En W.Doise, J.-C.Deschamps y G.Mugny (Eds.). Psicología Social Experimental (pp.29-51). Barcelona: Hispano Europea.

Ibáñez. T. (1979). Factores sociales de la percepción. Hacia una psicosociología del significado. Quaderns de Psicologia, 1, 71-81.

Pérez, J.A. (1989). Percepción y categorización del contexto social. En A.Rodríguez y J.Seoane (Eds.). Creencias, actitudes y valores (pp. 89-140). Barcelona: Alhambra.

Tajfel, H. (1981). Grupos humanos y categorías sociales. Barcelona: Herder, 1984.

Tajfel, H. Y Cawasjee, S.D. (1959). Value and the accentuation of judged differences: A confirmation. Journal of Abnormal and Social Psychology,  59(3), 436-439. http://dx.doi.org/10.1037/h0043442

Tajfel, H.; Sheikh, A.A. y Gardner, R.C. (1964). Content of  stereotypes and the interference of similarity between members of stereotyped groups, Acta Psychologica. 22, 191-201. http://dx.doi.org/10.1016/0001-6918(64)90017-4

Tajfel, H. Y WIlkes, A.L. (1963). Classification and quantitative judgement. British Journal of Psychology, 54(2), 101-114.http://dx.doi.org/10.1111/j.2044-8295.1963.tb00865.x

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